Mala Praxis Médica: Cómo los Errores en la Historia Clínica y la Falta de Verificación de Alergias Ponen en Riesgo al Paciente

La mala praxis médica es una problemática creciente que pone en riesgo la salud y la vida de los pacientes. En Argentina, cada vez son más los casos en los que errores evitables, como la falta de verificación de alergias o los errores en la historia clínica, derivan en consecuencias graves. En esta nota exploramos juntos cuáles son las consecuencias negativas de esos errores.

¿Qué se considera mala praxis?

La mala praxis ocurre cuando un profesional de la salud actúa con negligencia, imprudencia o falta de habilidad, provocando daño al paciente. Cabe destacar que no todo error médico puede ser considerado mala praxis. Para que esto suceda se debe comprobar que se actuó de manera imprudente o negligente y como consecuencia estos actos generaron un daño directo al paciente. 

Los daños o perjuicios por error médico pueden ser transitorios (es decir recuperables mediante un tratamiento médico), permanentes (de mayor o menor severidad) y en los casos extremos letales. Dado el riesgo que implican estos errores, los equipos de salud cuentan con distintos protocolos a seguir en cada caso. Estos protocolos son guías en los que se controlan distintas instancias para evitar lesiones en el paciente. 

Cuando por falta de atención, ignorancia o impericia el personal de salud no sigue estos pasos o protocolos se pueden generar lesiones o daños en los pacientes. Dependiendo de la gravedad del daño, la salud del paciente puede verse más o menos perjudicada. Es por eso, que en caso de reclamo o demanda por mala praxis médica, un perito debe comprobar si se tomaron todos los recaudos del caso para evitar la ocurrencia de perjuicios. 

Podemos citar distintos ejemplos de mala praxis médica, como:

– No verificar alergias antes de administrar medicamentos.

– Registrar incorrectamente una patología o tratamiento.

– Omitir información relevante en la historia clínica.

Errores en la historia clínica

Uno de los errores más comunes es no actualizar los historiales médicos. Esto impide que el equipo de salud esté al tanto de los procedimientos o terapias que hizo el paciente, enfermedades preexistentes, controles o si existen contraindicaciones. No confirmar las alergias del paciente antes de aplicar un tratamiento es una forma grave de mala praxis. Las consecuencias pueden ir desde una reacción adversa leve hasta complicaciones severas o incluso la muerte

Este tipo de error es evitable y debe ser parte del protocolo básico de atención. Las consecuencias pueden ir desde una reacción adversa a un medicamento hasta complicaciones severas o la muerte del paciente. Un paciente con una alergia a un medicamento puede sufrir una reacción anafiláctica si el médico no comprueba su historial de alergias antes de prescribirlo. 

De la misma manera, registrar la información en la historia clínica con errores también puede generar riesgos innecesarios en la salud del paciente. Nos referimos a errores como registrar incorrectamente datos vitales como la presión arterial o el historial médico puede llevar a diagnósticos erróneos o tratamientos inapropiados.

La falta de controles o seguimiento al paciente también es una práctica no recomendable. No supervisar la evolución del paciente después de una intervención, una terapia o un diagnóstico puede causar que complicaciones no se detecten a tiempo.


La falta de documentación precisa puede llevar a:

– Diagnósticos incorrectos.

– Medicación inapropiada.

– Repetición de estudios innecesarios.

¿Cómo evitar errores en la atención al paciente?

Estos errores pueden prevenirse llevando una gestión clínica responsable. Esto remite a un proceso sistemático de ejecución, planificación y supervisión del servicio de salud realizado. Esto permite no solo contar con una mejora en la atención al paciente, sino también hacer un uso eficiente de los recursos disponibles para dicha atención.   

Además, los pacientes tienen derecho a acceder a su historia clínica, solicitar correcciones y exigir información completa sobre su tratamiento. Contar con una buena gestión clínica, permite tanto al paciente como al personal de salud conocer los procedimientos, tratamientos y medicamentos indicados. También, conocer si el paciente tuvo alguna reacción adversa a algún medicamento o tiene alergias que impidan el éxito de determinado tratamiento. 

Todo esto debe quedar registrado en la historia clínica del paciente. Si el paciente decide cambiar de médico, puede solicitar su historia para presentarla a otro profesional. Así mismo, se debe contar con el consentimiento del paciente para la realización de determinadas terapias, ya sea que estas sean más o menos invasivas.

Por ello, se recomienda dejar constancia de todo lo referente a la salud del paciente en su historia clínica, para poder:

– Verificar alergias en cada consulta.

– Actualizar la historia clínica en tiempo real.

– Capacitar al personal en protocolos de seguridad.

– Fomentar la comunicación clara entre profesionales.

Nuestras recomendaciones

Es importante tener en cuenta que una omisión también puede ser considerada una mala praxis médica si como consecuencia se genera un daño al paciente. Al igual que en los casos anteriores, para que sea una mala praxis médica debe ser probada la relación de causalidad entre esa omisión y el perjuicio. 

La mala praxis médica no siempre se manifiesta en grandes errores quirúrgicos. A veces, una simple omisión, como no verificar una alergia o registrar mal una enfermedad, puede desencadenar un daño irreversible. La responsabilidad profesional y el derecho del paciente deben estar en el centro de toda práctica médica.

Una omisión se considera mala praxis cuando el médico deja de hacer algo que debía hacer, según los estándares de la profesión. La clave está en que el acto omitido formaba parte de sus deberes profesionales, y su ausencia generó un daño evitable. Si consideras que hubo mala praxis médica en alguna terapia o tratamiento realizado y necesitás contar con asesoramiento legal, podés comunicarte con nosotros: 011-5246-5000.