En salud, es fundamental el respeto y la confianza en la relación médico-paciente. Cuando esa confianza se quiebra por falta de atención, por no dar información relevante o por negligencia, puede ocurrir una situación de mala praxis médica. En esta nota vamos a explicar la importancia del consentimiento informado y cómo proteger tus derechos como paciente.
La responsabilidad profesional en la mala praxis médica
Es importante saber que la responsabilidad profesional no implica mala praxis médica y viceversa. De la misma manera, no siempre que hay un daño existe la obligación profesional de responder. Se debe comprobar que el daño o perjuicio que recibió el paciente es consecuencia directa de una acción o de la omisión del accionar del profesional de la salud.
Para determinar si estamos ante una situación de mala praxis médica se deben determinar que la causa y el efecto devienen de la acción del profesional. La forma de verificarlo es analizando el estado de salud del paciente antes y después de la práctica médica aplicada. Si, por el contrario, se detecta que el paciente ya contaba con una enfermedad o lesión previa, no siempre se puede establecer que hubo mala praxis médica.
Cuando se comprueba que el daño del paciente es consecuencia directa de lo que se hizo o no se hizo, se puede hablar de responsabilidad profesional. Entonces, si hay un factor que atribuye el daño y se considera razón suficiente, la persona física o jurídica deberá responder para repararlo. En estos casos, además, se debe establecer si el perjuicio sufrido por el paciente responde a una imprudencia, una impericia o negligencia del profesional.
También se debe determinar si el daño causado al paciente es posible de ser restaurado o bien es permanente. El profesional de la salud cuenta con distintos protocolos a seguir ante determinadas situaciones. Cuando no se cumple con los pasos de este protocolo, pueden ocurrir errores que deriven en lesiones. Por eso, en algunos casos no se trata de errores, sino de “conducta irresponsable” que al apartarse de los estándares establecidos ponen en riesgo el estado de salud de un paciente.
¿Qué es el consentimiento informado?
El consentimiento informado es un documento en el que se informa al paciente acerca del procedimiento o terapia que se va a practicar, las implicancias y los riesgos, si hubiera. Esta información debe presentarse al paciente de forma completa, comprensible y clara. Contar con esta información permite al paciente decidir si está de acuerdo en que se realice esa práctica o no.
Una atención responsable debe brindar al paciente todos los datos relativos al diagnóstico, informar cuáles son las alternativas de tratamiento, cuáles son sus pro y contra. Además, de esto, se debe explicar al paciente cuáles podrían ser las consecuencias de no tratarse. Teniendo conocimiento de todo esto, el paciente puede tomar una decisión: si realiza el tratamiento indicado o no, siendo consciente de los riesgos que implica.
Realizar una intervención médica sin el consentimiento del paciente se puede considerar ilegítima y puede ser penado. La Ley 26.526 garantiza los derechos del paciente ante el profesional de la salud. El paciente es quien debe manifestar su voluntad en la realización de una cirugía o bien una práctica invasiva. El médico, por su parte, debe explicar las razones del procedimiento que indica, los riesgos y posibles complicaciones que pudieran ocurrir.
De la misma manera, el paciente debe ser informado acerca de las indicaciones postoperatorias como reposo y los controles de seguimiento. Cuando el paciente manifiesta su voluntad, da su consentimiento por escrito para realizar la práctica informada. Si fuera menor de edad o por alguna otra razón el consentimiento debe darlo un familiar responsable, también deberá quedar por escrito.
Excepciones al consentimiento del paciente
El consentimiento se firma en todos los establecimientos de atención a la salud, ya sea público o privado. Hay situaciones excepcionales en las que no se requiere el consentimiento del paciente. Nos referimos a situaciones de emergencia en la que la vida corre peligro, como en los accidentes de tránsito, y el paciente no puede ser consultado. En estos casos, el personal médico procede de acuerdo a los protocolos en casos de urgencia o de accidentes.
Lo mismo si se trata de una situación crítica para la salud pública que, según la ley, requiere de una intervención inmediata. Incluso en estas circunstancias, es importante dejar constancia en la historia clínica del paciente para que quede registro del tratamiento realizado al paciente. Dentro de los derechos del paciente se encuentra el respeto y el acceso a toda la información vinculada con su estado de salud.
Otros de los derechos del paciente son el trato digno y respetuoso, la intimidad y confidencialidad de las actividades médico asistenciales. También, la información sanitaria vinculada a su salud por escrito, de manera que pueda realizar una interconsulta con otro profesional. Por último, cabe destacar que el paciente puede arrepentirse y decidir revocar su consentimiento a la realización de la práctica.
Proteger tus derechos como paciente implica recibir asesoramiento legal si consideras que fuiste víctima de mala praxis médica. Para ello, es importante que puedas reunir la documentación de la historia clínica, recurrir a abogados en mala praxis y contar con una pericia médica independiente.
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